Aunque no hubo un informe final de la autopsia que se practicó en el cuerpo del profesor de tenis Pablo Aiziczon, quien esta mañana fue hallado muerto dentro de su auto en Yerba Buena, fuentes judiciales revelaron a LA GACETA que el hombre recibió al menos dos tiros en el pecho que le provocaron la muerte. Además, los investigadores sospechan que el hecho habría sido cometido por más de una persona.
El instructor había desaparecido el lunes a la tarde y lo encontraron sin vida dentro del auto en el que se lo vio por última vez. Sus familiares vivieron horas dramáticas mientras aguardaban a que las primeras pericias policiales les confirmaran que se trataba del hombre, de 42 años.
El vehículo, un Suzuki gris oscuro, fue divisado en la calle Saavedra Lamas al 800, en el barrio Horco Molle, de Yerba Buena. La Policía esperó la llegada del fiscal Carlos Albaca y de personal de Criminalística para abrir el coche y hacer las pesquisas correspondientes. En tanto, el área quedó acordonada una cuadra alrededor.
Según el jefe de la Policía, Hugo Sánchez, la ubicación fue advertida por una persona que, alrededor de las 7.40, se comunicó con la fuerza y con los familiares de Aiziczon. Los primeros en llegar fueron los parientes. Abrieron una de las puertas y, al observar un bulto en el asiento trasero, cubierto con una frazada, se asustaron y se alejaron, a la espera de los efectivos.
Los asesinos le ataron las manos, le dispararon y lo envolvieron con una colcha. Al parecer, intentaron prenderle fuego al Suzuki. "En el interior hay varios sectores que están quemados, incluso, el cuerpo también", precisó Sánchez. LA GACETA ©